Cuando contratamos un seguro, es esencial que la cobertura sea adecuada para cubrir los riesgos y daños que puedan surgir en nuestra vivienda, vehículo, o cualquier otro bien asegurado. Sin embargo, a veces pueden presentarse situaciones donde el seguro contratado no es ni demasiado alto ni demasiado bajo, sino que existe un sobreseguro o un infraseguro. Ambos conceptos están relacionados con el valor asegurado y las consecuencias que pueden surgir al no ajustarlo adecuadamente.
1. Sobreseguro: ¿Qué es y cómo afecta a tu póliza?
El sobreseguro ocurre cuando el valor asegurado de un bien o propiedad es superior al valor real o de mercado de ese bien. Es decir, cuando te aseguras por una cantidad mayor a la que costaría reconstruir, reparar o sustituir ese bien en caso de siniestro.
Ejemplo de sobreseguro:
Imagina que tu vivienda tiene un valor de reconstrucción de 150.000 euros, pero decides contratar un seguro que cubra 200.000 euros. Si sufres un daño que implique una indemnización, la aseguradora solo te pagará el valor real del daño (según el valor de reconstrucción de la vivienda) y no la cantidad asegurada (200.000 euros), a menos que se especifique lo contrario en las condiciones del contrato.
Sin embargo, el sobreseguro puede tener algunas consecuencias que no son siempre negativas:
- Pérdida de dinero: Estás pagando una prima más alta de lo necesario, ya que la aseguradora no indemniza por una cantidad mayor al valor real del bien.
- Beneficio en siniestros parciales: Si solo sufres un daño parcial y tienes un sobreseguro, es posible que la aseguradora, en algunos casos, aplique un coaseguro (compartir parte de los costes), lo que te beneficia en la indemnización.
Ventajas del sobreseguro:
- En algunas circunstancias, si el bien sufre un daño parcial, el sobreseguro puede mejorar el porcentaje de indemnización. Sin embargo, no es recomendable ya que no refleja el valor real y genera un coste adicional innecesario.
2. Infraseguro: ¿Qué es y cuáles son sus consecuencias?
El infraseguro, por el contrario, se refiere a cuando el valor asegurado de un bien es inferior al valor real de ese bien o a lo que costaría reemplazarlo o repararlo en caso de siniestro. Esto significa que la aseguradora no cubrirá la totalidad de los daños, ya que la indemnización será proporcional al valor asegurado en relación con el valor real.
Ejemplo de infraseguro:
Supongamos que tu vivienda tiene un valor de reconstrucción de 150.000 euros, pero solo contratas una póliza que la cubra por 100.000 euros. Si ocurre un siniestro total (como un incendio que destruye toda la vivienda), la aseguradora no pagará los 150.000 euros necesarios para reconstruirla, sino que solo cubrirá la cantidad proporcional a lo asegurado (100.000 euros en este caso).
En este caso, la indemnización será proporcional. Si el valor asegurado es solo el 66% del valor real, la aseguradora pagará un 66% de la indemnización.
Consecuencias del infraseguro:
- Indemnización insuficiente: En caso de un siniestro, no recibirás la cantidad suficiente para cubrir todos los daños, lo que puede suponer una pérdida económica significativa.
- Riesgo financiero: Si el valor asegurado no cubre adecuadamente el bien, te expones a tener que asumir los costes restantes de la reparación o sustitución.
Ejemplo práctico de infraseguro:
Si tu vivienda vale 150.000 euros y solo la aseguras por 100.000, en caso de un siniestro, la indemnización será proporcional. Si la vivienda se destruye completamente, la aseguradora pagará 100.000 euros, es decir, un 67% de la cantidad que realmente necesitarías. Esto te obligaría a asumir los 50.000 euros restantes de tu propio bolsillo.
3. Cómo evitar el sobreseguro y el infraseguro
Para evitar tanto el sobreseguro como el infraseguro, es fundamental calcular correctamente el valor de aseguramiento de un bien. Este valor debe estar en línea con el coste de reposición o reconstrucción, y no con el precio de mercado, que puede incluir otros factores como el terreno o la ubicación.
- Asegura el valor real del bien: Calcula el valor de reconstrucción o el valor de reposición real, teniendo en cuenta materiales, mano de obra y otros gastos relacionados.
- Revisa periódicamente la póliza: Es importante revisar tu seguro cada cierto tiempo para asegurarte de que sigue cubriendo adecuadamente el valor real del bien.
- Consulta con un asesor: Si no estás seguro de cómo calcular el valor adecuado de aseguramiento, un asesor de seguros puede ayudarte a determinar la cantidad correcta para evitar tanto el sobreseguro como el infraseguro.
4. Conclusión: La importancia de un valor de aseguramiento adecuado
Evitar el sobreseguro y el infraseguro es clave para contratar un seguro que realmente te proteja sin pagar de más. Si bien el sobreseguro puede ofrecerte una protección parcial adicional en algunos casos, el infraseguro supone un riesgo importante, ya que puede dejarte sin la indemnización necesaria para recuperar tu bien. Por lo tanto, lo ideal es ajustar el valor asegurado a las necesidades reales del bien asegurado, asegurando así una protección adecuada en caso de siniestro.